Jon Ganzaráin comparte su experiencia en la Bilbao Night Maraton. Parece que a Jon tampoco le gusta mucho el calor...
"Tal como comenta Alazne en su crónica de Albi, yo también me pasé toda semana mirando qué tiempo iba a hacer en Bilbo el sábado a las 19:00. Ninguna buena noticia al respecto a lo largo de la semana, por lo que intentaba despejar la cabeza pensando que por este motivo había realizado todas las tiradas largas del planing a solas los viernes por la tarde.
Ya con la idea del “veroño” que nos tocaría pasar en la cabeza, llegamos a la línea de salida. Gran ambiente en los alrededores de San Mamés con concierto en directo a ritmo de Queen y otros éxitos que ya te enchufan para la carrera.
Al salir tres distancias a la vez (42k, 21k y 10k), mucho ambiente a lo largo de la primera vuelta. Más conciertos y DJs en directo cada 3km, que junto con corredores de la media maratón que también iban a 4min/km, los primeros 15km fui aguantando bien el ritmo. Ahí me di cuenta que llevaba un par de avituallamientos que me estaba echando agua por la cabeza, acción no muy habitual en mi… Acabé la primera media en 1:24:46, acorde a lo planificado. Pero en este punto empezó la verdadera carrera…
Aquí llegó la soledad, el cansancio y la oscuridad. Notaba que cada vez me costaba aguantar más el ritmo y que incluso no era capaz de aguantarlo. Ya llegando al km30, me iba amoldando a lo que podía dar. Geles, cápsulas de sal, agua por dentro y fuera… nada era suficiente para apretar e intentar mejorar el ritmo.
Por otra parte, ya no había ni conciertos, ni DJs, ni muchos espectadores animando. Menos mal, que en cada esquina aparecía Iñaki Lasa con sus ánimos. ¡Cómo se agradecían! (eskerrik asko!!)
Y en esta dinámica de correr y sufrir con uno mismo, poco a poco fuimos sumando kilómetros para llegar a meta en 2:56:16. Satisfecho con lo conseguido y de cómo fui superando distintos baches a partir del km30.
Una más. Seguimos sumando y aprendiendo, y a por en los siguientes retos…"
Zorionak, Jon!
